125 AÑOS DE COCA COLA
Coca-Cola 125, Pepsi 117: una diferencia de apenas 8 años
No podemos hablar de los 125 años de Coca-Cola sin referirnos a los 117 de su rival. Tampoco de la grandeza de la primera marca del mundo, sin exaltar la gallardía de Pepsi. Sir ir mas lejos, podemos asegurar que Pepsi Co hizo posible el crecimiento descomunal de la marca Coca-Cola, sin menospreciar el trabajo de Asa Clander, Frank Robinson, Robert Woodruff y Roberto Goizueta. ¿Por qué?
Coca-Cola fue creada en la ciudad de Atlanta (Georgia) el 5 de Mayo de 1886 por John Pemberton, un farmaceuta de 54 años de edad, como una medicina que aliviaba el dolor de cabeza y quitaba las náuseas. Sus componentes básicos fueron la nuez de cola y la hoja de coca, digestivo afrodisiaco que masticaban los indígenas peruanos y bolivianos para resistir largas jornadas de peregrinación con escasa alimentación. La bebida fue vendida como un remedio que calmaba la sed, a 5 centavos el vaso. El nombre proviene de estos componentes. El logotipo fue diseñado por un aficionado: Frank Robinson, joven contador de la naciente empresa, quien también creo el pomposo eslogan: “Deliciosa y Refrescante”. Han transcurrido 125 años de la creación del nombre y del diseño tipográfico sin ninguna variación.
Pepsi-Cola fue fabricada 8 años después (1894) por un boticario de nombre Caleb Bradham en la ciudad de New Bern (Carolina del Norte). La bebida fue diseñada originalmente para tratar trastornos digestivos y su nombre se deriva precisamente de la enzima pepsina. Debido a los vaivenes del mercado, Caleb intentó venderla en 1922 a Coca-Cola, cuando sólo tenía dos embotelladoras. En 1923, al borde de la quiebra, es ofrecida por segunda vez y por segunda vez la Coca-Cola se negó a comprarla. No obstante, Pepsi-Cola subsistió. Pasarían diez años más para la tercera y última oferta: Coca-Cola dice por última vez: NO!.
Una pregunta queda en el ambiente: ¿Qué hubiera pasado si la compra se realiza? En tres oportunidades tuvo la ocasión de sepultar a su único competidor y no supo o no quiso hacerlo… La suerte estaba echada: en los años siguientes el planeta entero sería testigo de una guerra sin precedentes en el mundo de las marcas.
No podemos asegurar que Pepsi es una copia de la bebida Coca-Cola, pero si podemos constatar que su logotipo y su diseño tipográfico son copia de Coca-Cola, incluso el color. En 117 años de existencia su identidad gráfica ha tenido 10 variaciones. En 1950 Pepsi-Cola utiliza la forma de la tapa corona para ubicar su nombre de marca, introduciendo tímidamente el color azul en la parte superior de la tapa. El sexto cambio del logotipo (1962) es transcendental para la empresa: elimina el término “Cola” y define la forma circular como su símbolo: mitad azul, mitad rojo. Otros dos cambios de logotipo se suceden antes de tomar la decisión definitiva de “azularse”.
En 1996 Pepsi lleva a cabo el trabajo de re-branding a través Landor Associates, una de las principales consultoras del branding del mundo. En esta ocasión se busca una imagen fuerte, agresiva y totalmente desvinculada del rojo de Coca-Cola. Antes de empezar a trabajar en el diseño, Landor realiza una investigación basado en entrevistas en profundidad con los ejecutivos de Pepsi en todo el mundo, así como un análisis de los mercados y una revisión de la publicidad global de la marca.
Landor realizó cientos de propuestas de diseño antes de conseguir la definitiva, donde coloca el nombre de marca sobre un fondo azul pleno y relega a un segundo plano el símbolo circular, con una variación sutil pero muy evidente: el circulo tiene una “sonrisa” la cual es formada por la onda de las medias circunferencias azul y roja.
A finales de 1997 la nueva identidad gráfica estaba presente en la mayoría de los 192 mercados internacionales de Pepsi. Por otro lado, Landor creó el “Libro Azul de Pepsi” a modo de manual interno con comentarios y gráficos, con el fin de reeducar a los empleados y distribuidores sobre los valores de la “nueva marca”.
En la próxima edición: Coca-Cola libra su primera guerra contra los imitadores, una lucha que dura 33 años comandada por Asa Clander. En la tercera edición de esta serie: “La guerra de las colas” comandada por en su primera fase por Robert Woodruff y retomada por Roberto Goizueta en 1985.
No podemos hablar de los 125 años de Coca-Cola sin referirnos a los 117 de su rival. Tampoco de la grandeza de la primera marca del mundo, sin exaltar la gallardía de Pepsi. Sir ir mas lejos, podemos asegurar que Pepsi Co hizo posible el crecimiento descomunal de la marca Coca-Cola, sin menospreciar el trabajo de Asa Clander, Frank Robinson, Robert Woodruff y Roberto Goizueta. ¿Por qué?
Coca-Cola fue creada en la ciudad de Atlanta (Georgia) el 5 de Mayo de 1886 por John Pemberton, un farmaceuta de 54 años de edad, como una medicina que aliviaba el dolor de cabeza y quitaba las náuseas. Sus componentes básicos fueron la nuez de cola y la hoja de coca, digestivo afrodisiaco que masticaban los indígenas peruanos y bolivianos para resistir largas jornadas de peregrinación con escasa alimentación. La bebida fue vendida como un remedio que calmaba la sed, a 5 centavos el vaso. El nombre proviene de estos componentes. El logotipo fue diseñado por un aficionado: Frank Robinson, joven contador de la naciente empresa, quien también creo el pomposo eslogan: “Deliciosa y Refrescante”. Han transcurrido 125 años de la creación del nombre y del diseño tipográfico sin ninguna variación.
Pepsi-Cola fue fabricada 8 años después (1894) por un boticario de nombre Caleb Bradham en la ciudad de New Bern (Carolina del Norte). La bebida fue diseñada originalmente para tratar trastornos digestivos y su nombre se deriva precisamente de la enzima pepsina. Debido a los vaivenes del mercado, Caleb intentó venderla en 1922 a Coca-Cola, cuando sólo tenía dos embotelladoras. En 1923, al borde de la quiebra, es ofrecida por segunda vez y por segunda vez la Coca-Cola se negó a comprarla. No obstante, Pepsi-Cola subsistió. Pasarían diez años más para la tercera y última oferta: Coca-Cola dice por última vez: NO!.
No podemos asegurar que Pepsi es una copia de la bebida Coca-Cola, pero si podemos constatar que su logotipo y su diseño tipográfico son copia de Coca-Cola, incluso el color. En 117 años de existencia su identidad gráfica ha tenido 10 variaciones. En 1950 Pepsi-Cola utiliza la forma de la tapa corona para ubicar su nombre de marca, introduciendo tímidamente el color azul en la parte superior de la tapa. El sexto cambio del logotipo (1962) es transcendental para la empresa: elimina el término “Cola” y define la forma circular como su símbolo: mitad azul, mitad rojo. Otros dos cambios de logotipo se suceden antes de tomar la decisión definitiva de “azularse”.
En 1996 Pepsi lleva a cabo el trabajo de re-branding a través Landor Associates, una de las principales consultoras del branding del mundo. En esta ocasión se busca una imagen fuerte, agresiva y totalmente desvinculada del rojo de Coca-Cola. Antes de empezar a trabajar en el diseño, Landor realiza una investigación basado en entrevistas en profundidad con los ejecutivos de Pepsi en todo el mundo, así como un análisis de los mercados y una revisión de la publicidad global de la marca.
Landor realizó cientos de propuestas de diseño antes de conseguir la definitiva, donde coloca el nombre de marca sobre un fondo azul pleno y relega a un segundo plano el símbolo circular, con una variación sutil pero muy evidente: el circulo tiene una “sonrisa” la cual es formada por la onda de las medias circunferencias azul y roja.
A finales de 1997 la nueva identidad gráfica estaba presente en la mayoría de los 192 mercados internacionales de Pepsi. Por otro lado, Landor creó el “Libro Azul de Pepsi” a modo de manual interno con comentarios y gráficos, con el fin de reeducar a los empleados y distribuidores sobre los valores de la “nueva marca”.
En la próxima edición: Coca-Cola libra su primera guerra contra los imitadores, una lucha que dura 33 años comandada por Asa Clander. En la tercera edición de esta serie: “La guerra de las colas” comandada por en su primera fase por Robert Woodruff y retomada por Roberto Goizueta en 1985.
