Banco Caja Social y Colmena en un mismo “vestido”
Hace
100 años nació el banco de los pobres. La idea de su fundador fue crear un
banco en que los dividendos dieran utilidades para remediar las necesidades de
las clases menos favorecidas y no de los socios capitalistas como hasta el
momento se venia practicando. En 2005 fue creado el BCSC, para integrar el
Banco Caja Social y Colmena que hoy se presentan como una sola marca.
Sin perder su esencia fundacional: “ser
el banco de los pobres”, la semana pasada fue presentada la nueva entidad
financiera de los trabajadores, que agrupa en una sola marca las dos redes que desde
2005 venían trabajando en forma de co-branding: Caja Social BCSC y Colmena BCSC.
En 2005 la Fundación Social,
propietaria de las dos entidades, las integró en un solo banco que fue
presentado a sus clientes a través de dos redes: Caja Social BCSC y Colmena
BCSC, sistema que le permitió mantener el modelo de servicio único con atención
personalizada para estrechar cada vez más su relación comercial con sus
clientes.
¿Cuál es la razón por la cual una
organización exitosa, con un objetivo noble focalizado a la clase trabajadora, trabajando
con la modalidad de dos redes, igualmente exitosas, Caja Social y Colmena, decide
agruparse bajo una sola marca?
Desde
el punto de vista de marketing un cambio de marca tiene unos objetivos
estratégicos dirigidos no solamente al mercado, sino al interior de la organización.
Hacia el exterior porque busca presentar una empresa que va “marchando” con las
exigencias que le impone el mundo moderno. Hacia el interior porque
transmitirle a sus colaboradores y proveedores seguridad y a sus accionistas la
fortaleza para continuar adelante.
La
unión de estas marcas fue un proceso que se armó teniendo en cuenta la
experiencia adquirida en cien años, los modelos comerciales, los clientes y el
talento humano tanto de Colmena BCSC como del Banco Caja Social
La
nueva marca con una presentación visual diferente, una tipografía moderna y un
símbolo con movimiento circular hacia afuera en forma de margarita, trasmite al
público lo que esta pasando al interior que se revierte en sus mercados
objetivos. Ese cambio gráfico era indispensable porque la identidad visual de
formas rectangulares había perdido vigencia y además se veía anticuada.
En
palabras de Eduardo Villar Borrero, Presidente de la Junta Directiva, “El BCSC
no es otra cosa que la forma actual de la que fuera la Sección de Ahorros del
Circulo de Obreros, con la cual un idealista movido por su Fe Católica, y
construyendo sus sueños, tuvo la audacia de promover el ahorro de los pobres. Y
sigue siendo la Fundación Social su Entidad matriz, como desde el primer día,
contando hoy –para seguir hablando de apertura al cambio- con dos socios
internacionales de las mas altas calidades, de los cuales también nos sentimos
orgullosos: Corporación Financiera Internacional y JP Morgan & Chase”.
El
costo que se invirtió para el cambio de marca fue de $18 mil millones. Este
valor fue tan solo para la parte cosmética, de publicidad y el cambio de los
avisos de fachada. Hay un costo mayor que se destinó en el proceso de
modernización, de sistematización y acercamiento con sus clientes, por lo cual
la inversión ascendió a los $170 mil millones.
En
la vida de las empresas la redefinición de sus sistemas tanto de trabajo como
de organización así como de su imagen, deben ser una constante permanente para
lograr su prosperidad: ¿Qué hacemos?, ¿para quién lo hacemos?, ¿A qué nos
dedicamos?, ¿Cuál es nuestra razón de ser?”, ¿Cómo debemos presentarnos? Así lo
han entendido los socios y directivos del banco, que siendo fieles con la idea de José María
Campoamor, decidieron mostrar una cara moderna de un banco con cien años de
vida.