Cumbre de las Américas: ¿para qué sirve?


La Cumbre de las Américas que se reunirá en Cartagena la segunda semana de abril buscará “mandatos” basados en cinco temas centrales: seguridad ciudadana; Interconexión eléctrica; internet para zonas rurales; reducir la vulnerabilidad por desastres naturales y contra la pobreza e inequidad; pero las drogas y Cuba serán culminantes en la agenda.

Los países de esta parte del mundo tienen estos y otros problemas comunes que los unen pero también diferencias ideológicas y políticas que los distancian. Para las dificultades comunes hay alternativas de solución que se plantearan en esta reunión, y para las cuales habrán “mandatos” de cumplimiento lo mismo que en financiación, pero el inconveniente radica en que sean acatados por los asistentes a la Cumbre.

Hay cumbres para diversos de temas que van desde el medio ambiente y el desarrollo sostenible, hasta la Infancia, pasando por cumbres de compromiso para reducir el hambre, cumbres mundiales de turismo, lo mismo que cumbres de países o bloques continentales: Cumbre Sudamericana, Cumbre Europa-Latinoamérica, Cumbre Iberoamericana (con España y Portugal), Cumbre de las Américas (con EE.UU.), etc. La historia de estas reuniones indica que no se aplica lo planeado, de allí el interrogante: ¿para qué sirve una cumbre?

En opinión de los más optimistas una cumbre debería servir para demostrar que los gobiernos trabajan para solucionar problemas comunes locales, regionales o mundiales. Debería servir para generar impulso político y para enviar un mensaje de que van hacia adelante en la solución de los asuntos que agobian el planeta o una parte de él.

Otros opinan que los resultados de las Cumbres son decepcionantes. El incumplimiento de los “mandatos” tras prolongadas jornadas de trabajo sobre temas transcendentales y una limitada participación de los actores sociales son las críticas a las cumbres, según Organizaciones No Gubernamentales dedicadas al seguimiento de estas reuniones.

Durante el XXIII Foro de Actores Sociales “Rumbo a Cartagena” que se realizó el pasado 23 de marzo en la sede de la ESAP, dos ONG hemisféricas coincidieron en que pese a la gran cantidad de mandatos que resultan de las cumbres, la mayoría de gobiernos del continente “no los llevan a la práctica”.

Para la ONG Red Democracia Activa “No hay un cumplimiento cabal de los mandatos de las cumbres”, en especial en cuanto a participación de actores sociales.

La preocupación constante es que en varios países no sólo se incumplen los mandatos, hay retrocesos. Incluso, se tratan de aprobar parámetros que en vez de desarrollar o fortalecer la participación de las organizaciones de la sociedad civil, la intentan limitar”.

Los mandatarios se reúnen con frecuencia y tal parece que muy poco se obtiene de estas reuniones. De hecho, en alguna oportunidad fueron calificadas como “turismo presidencial” con “pérdida de tiempo y dinero”.

Para que las decisiones emanadas no resulten en un simple catálogo de buenas intenciones, Colombia, como anfitrión se fijó la meta de realizar una cumbre con resultados tangibles a través de planes de acción que los países se comprometan a ejecutar.

También se propone que de esta VI Cumbre resulte ‘‘una declaración política corta y concisa, orientada a la acción mediante mandatos concretos, medibles y realizables, que cuenten de antemano con los recursos necesarios para su ejecución y mecanismos de seguimiento”, según la canciller María Ángela Holguín.

Para Colombia las cumbres han resultado ser prácticas, no sólo para tratar asuntos comerciales o problemas comunes, sino para superar dificultades en las relaciones diplomáticas con algunos vecinos.

Según la diplomática, sería impensable esta cumbre sin extender una invitación a los países con los cuales tenemos diferencias de estilo, pero también problemas comunes a los que hay que buscarle soluciones consensuadas, y esta cumbre es el escenario propicio para cerrar brechas.

Entradas populares de este blog

Marcas de fabricante vs. Marcas de distribuidor

Símbolo y pregnancia: cualidades de la forma visual para llamar la atención

MARLBORO Y SU CÓDIGO DE BARRAS