Día del periodista, pero también de la libertad de prensa
Este sábado 9 de febrero los periodistas celebran su día con un reconocimiento a los mejores trabajos en diferentes modalidades, organizado por el Círculo de Periodistas de Bogotá, CPB. El Premio que se entrega en “La Noche de los Mejores” es la exaltación que los periodistas hacen a los periodistas que le dan ascendencia al oficio con marcados valores profesionales.
El acontecimiento constituye una buena noticia, pero hay una mala: se trata de la libertad de prensa en Colombia cuestionada en el ámbito global. En la última investigación realizada por Reporteros Sin Fronteras (RSF), Colombia aparece en los últimos puestos del ranking. Lo preocupante del caso es que llevamos más de diez años con esta deshonrosa calificación. El puesto 129 nos deja cerca a la lista de los países menos respetuosos de la libertad de prensa.
A nadie en este país le cabe en la cabeza que nuestros vecinos, Ecuador y Venezuela estén mejor ubicados en este ranking, menos cuando sus propios dirigentes han coartado el trabajo de los comunicadores y creado sus propios medios. Algunos meses después de su investidura, el jefe del Estado ecuatoriano creó un canal de televisión público nacional, que hasta entonces no existía y asumió la administración de otros tres, embargados a empresarios acusados de “malversación”.
Por otro lado, el presidente reelecto de Venezuela, promovió en 2004 la “Ley Resorte”, que permite en teoría al gobierno, en la práctica al Jefe del Estado, “confiscar” todos los canales transmitidos por señal abierta. El 21 de enero de 2010 se hizo pública una lista que incluía a 24 canales de cable que estarían sujetos a esta Ley. Estos canales, públicos o privados, deben conectarse al canal del Estado, Venezolana de Televisión (VTV), so pena de una fuerte multa o de suspensión. El 24 de enero de 2010 RCTV fue suspendida por esta razón. El canal aceptó finalmente registrarse como “productor audiovisual nacional” para poder retransmitir por cable.
Estos dos casos en la región son un ejemplo del temor que causa la prensa libre a ciertos sistemas gubernamentales que tienen que acudir a la “reprensión”, sobre todo cuando ésta puede “debilitarlos”. Visto desde la otra orilla, esta situación no la hemos vivido en Colombia, por lo menos en las últimas cinco décadas... entonces: ¿cuál es el criterio de la RSF para ubicarnos en esa posición?
Reporteros Sin Fronteras es una organización internacional de origen francés cuyo objetivo, es defender la libertad de prensa en el mundo y, en concreto, a los periodistas perseguidos por su actividad profesional. Para su clasificación, que incluye 179 países, RSF se basa en seis criterios: 1.) pluralismo, 2.) independencia de los medios de información, 3.) entorno y autocensura, 4.) marco legal, 5.) transparencia, 6.) infraestructuras de información.
En su análisis sobre la tabla de Clasificación, RSF sostiene que “a pesar de la multitud de criterios que se han tenido en cuenta para elaborar este índice, desde iniciativas legislativas a violencia contra profesionales de los medios de comunicación, lo cierto es que los países democráticos ocupan de forma mayoritaria los primeros puestos y los dictatoriales, la parte más baja de la tabla”; según esta afirmación: ¿Colombia está en esa categoría?
Ciertamente no. Lo que pasa es que vivimos en medio de la violencia y grupos extremistas vienen imponiendo su propia censura a través de diferentes formas de intimidación que van desde amenazas anónimas, desaparición forzada, hasta la ejecución de los profesionales de la prensa.
Pero también otras situaciones paralelas aumentan esa percepción negativa como la sucedida mientras una reportera cubría un accidente de tránsito en el TransMilenio al norte de Bogotá, cuando un agente de la policía la arrojó al suelo para neutralizarla. El hecho registrado por las cámaras es una prueba que alienta la hoguera. Estos “acontecimientos” y otros que no reflejan los medios nos dejan mal parados a nivel internacional, y son factores que toman para la medición de la libertad de prensa y la clasificación en el ranking.
Salir de esa posición no es fácil, pero debe ser un propósito de todos los colombianos para una celebración completa el Día del Periodista en el año 2014, y el trabajo comienza con un país en paz.
El acontecimiento constituye una buena noticia, pero hay una mala: se trata de la libertad de prensa en Colombia cuestionada en el ámbito global. En la última investigación realizada por Reporteros Sin Fronteras (RSF), Colombia aparece en los últimos puestos del ranking. Lo preocupante del caso es que llevamos más de diez años con esta deshonrosa calificación. El puesto 129 nos deja cerca a la lista de los países menos respetuosos de la libertad de prensa.
A nadie en este país le cabe en la cabeza que nuestros vecinos, Ecuador y Venezuela estén mejor ubicados en este ranking, menos cuando sus propios dirigentes han coartado el trabajo de los comunicadores y creado sus propios medios. Algunos meses después de su investidura, el jefe del Estado ecuatoriano creó un canal de televisión público nacional, que hasta entonces no existía y asumió la administración de otros tres, embargados a empresarios acusados de “malversación”.
Por otro lado, el presidente reelecto de Venezuela, promovió en 2004 la “Ley Resorte”, que permite en teoría al gobierno, en la práctica al Jefe del Estado, “confiscar” todos los canales transmitidos por señal abierta. El 21 de enero de 2010 se hizo pública una lista que incluía a 24 canales de cable que estarían sujetos a esta Ley. Estos canales, públicos o privados, deben conectarse al canal del Estado, Venezolana de Televisión (VTV), so pena de una fuerte multa o de suspensión. El 24 de enero de 2010 RCTV fue suspendida por esta razón. El canal aceptó finalmente registrarse como “productor audiovisual nacional” para poder retransmitir por cable.
Estos dos casos en la región son un ejemplo del temor que causa la prensa libre a ciertos sistemas gubernamentales que tienen que acudir a la “reprensión”, sobre todo cuando ésta puede “debilitarlos”. Visto desde la otra orilla, esta situación no la hemos vivido en Colombia, por lo menos en las últimas cinco décadas... entonces: ¿cuál es el criterio de la RSF para ubicarnos en esa posición?
Reporteros Sin Fronteras es una organización internacional de origen francés cuyo objetivo, es defender la libertad de prensa en el mundo y, en concreto, a los periodistas perseguidos por su actividad profesional. Para su clasificación, que incluye 179 países, RSF se basa en seis criterios: 1.) pluralismo, 2.) independencia de los medios de información, 3.) entorno y autocensura, 4.) marco legal, 5.) transparencia, 6.) infraestructuras de información.
En su análisis sobre la tabla de Clasificación, RSF sostiene que “a pesar de la multitud de criterios que se han tenido en cuenta para elaborar este índice, desde iniciativas legislativas a violencia contra profesionales de los medios de comunicación, lo cierto es que los países democráticos ocupan de forma mayoritaria los primeros puestos y los dictatoriales, la parte más baja de la tabla”; según esta afirmación: ¿Colombia está en esa categoría?
Ciertamente no. Lo que pasa es que vivimos en medio de la violencia y grupos extremistas vienen imponiendo su propia censura a través de diferentes formas de intimidación que van desde amenazas anónimas, desaparición forzada, hasta la ejecución de los profesionales de la prensa.
Caricatura de Luiso |
Pero también otras situaciones paralelas aumentan esa percepción negativa como la sucedida mientras una reportera cubría un accidente de tránsito en el TransMilenio al norte de Bogotá, cuando un agente de la policía la arrojó al suelo para neutralizarla. El hecho registrado por las cámaras es una prueba que alienta la hoguera. Estos “acontecimientos” y otros que no reflejan los medios nos dejan mal parados a nivel internacional, y son factores que toman para la medición de la libertad de prensa y la clasificación en el ranking.
Salir de esa posición no es fácil, pero debe ser un propósito de todos los colombianos para una celebración completa el Día del Periodista en el año 2014, y el trabajo comienza con un país en paz.