Espionaje industrial bajo la modalidad virtual
Un informe divulgado el pasado martes 19 de febrero por Mandiant, firma de seguridad de Internet ubicada en Virginia, denunció un robo masivo de datos del gobierno de Estados Unidos y más de un centenar de ataques cibernéticos a sus empresas y también de Canadá y el Reino Unido.
El informe no revela el nombre de las compañías para protegerlas, pero sí los sectores: telecomunicaciones, fabricantes de satélites, plantas químicas, compañías mineras… La firma de seguridad sostiene que la invasión desde Internet proviene de China.
Aunque el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores chino, Hong Lei, negó enfáticamente las acusaciones, lo cierto del caso es que el espionaje por Internet es una costumbre que se ha generalizado en los últimos años por todas partes. En otras palabras estamos entrando a una forma de “invasión intangible” a empresas, bajo una nueva modalidad: espionaje virtual.
Hoy en día toda organización o cualquier compañía, por pequeña que sea, tiene su réplica virtual, y si no la tiene la está contemplando, pues la actividad económica del mundo moderno está circunscrita a Internet. Las organizaciones que logran manejar estratégicamente la tecnología, consiguen afianzarse en su mercado objetivo y abrir nuevos espacios para su desarrollo y expansión comercial, pero también quedan expuestas al escrutinio de todo el mundo.
Hace pocos días la cuenta de Twitter de la marca Jeep, propiedad de la corporación Chrysler, fue asaltada por espacio de media hora para enviar mensajes que decían que la marca Jeep había sido vendida a Cadillac, y que suspendía la producción de sus vehículos. ¿Qué buscaban los generadores del asalto con la publicación de esa información?
En el enfrentamiento por la conquista del mercado planetario, no es extraño que algunas organizaciones recurran a los servicios de “piratas cibernéticos” con el propósito de boicotear las actividades de la competencia directa, imposibilitando sus planes y causando temor entre sus clientes.
Es probable que muchos delitos a sitios online de empresas conocidas, sean cometidos por personas que poseen habilidades para el manejo de sistemas informáticos, que le facilitan el acceso a información de carácter sensible. En algunos casos, la motivación a cometer un delito informático no es económica, sino que se relaciona con el deseo de hacer conocer a otros las habilidades del delincuente en ese campo.
La teoría, de que China se viene preparando para una gran batalla comercial es cada vez más extendida, según expertos del mercado, por lo cual está reuniendo grandes recursos, no solo a nivel financiero sino en los campos tecnológicos y humanos, para lo que se considera será la nueva guerra del espionaje virtual en los próximos años.
Que el gigante asiático busca penetrar los sistemas informáticos de grandes multinacionales es algo de lo que hace rato se viene hablando, pero no son los únicos. Empresas de otros países, especialmente de tecnología, se han visto envueltas en demandas por violaciones de patentes.
Recientemente Google acusó a la finlandesa Nokia y a Microsoft de conspirar, para usar sus patentes contra rivales de la industria de dispositivos móviles, por lo cual presentó una queja formal ante la Comisión Europea.
En abril de 2011 Nokia demandó, ante la Comisión Internacional de Comercio de Estados Unidos a la compañía americana Apple, por violar varias patentes de forma reiterada y constante sobre “prácticamente todos sus móviles, reproductores de música y tabletas”.
Es conocido por todos que Nokia es una de las compañías que más invierte en innovación y desarrollo del mundo. En las dos últimas décadas ha destinado cerca de 43.000 millones de euros y ha construido una de las carteras de derechos de patentes más potentes. Por ello, es fácil que cuando una empresa tan vigorosa como Apple lance al mercado nuevos productos, alguna de sus características tenga una correlación con las registradas por la marca finlandesa.
Las denuncias van y vienen por todo el mundo, proceden de diferentes lugares y no de regiones determinadas. La modalidad invasiva online representa un problema internacional que ha revivido el espionaje de la guerra fría, pero bajo la modalidad virtual.
Montaje gráfico por CNP Corresponsales. 22/02/2013. |
Aunque el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores chino, Hong Lei, negó enfáticamente las acusaciones, lo cierto del caso es que el espionaje por Internet es una costumbre que se ha generalizado en los últimos años por todas partes. En otras palabras estamos entrando a una forma de “invasión intangible” a empresas, bajo una nueva modalidad: espionaje virtual.
Hoy en día toda organización o cualquier compañía, por pequeña que sea, tiene su réplica virtual, y si no la tiene la está contemplando, pues la actividad económica del mundo moderno está circunscrita a Internet. Las organizaciones que logran manejar estratégicamente la tecnología, consiguen afianzarse en su mercado objetivo y abrir nuevos espacios para su desarrollo y expansión comercial, pero también quedan expuestas al escrutinio de todo el mundo.
Hace pocos días la cuenta de Twitter de la marca Jeep, propiedad de la corporación Chrysler, fue asaltada por espacio de media hora para enviar mensajes que decían que la marca Jeep había sido vendida a Cadillac, y que suspendía la producción de sus vehículos. ¿Qué buscaban los generadores del asalto con la publicación de esa información?
En el enfrentamiento por la conquista del mercado planetario, no es extraño que algunas organizaciones recurran a los servicios de “piratas cibernéticos” con el propósito de boicotear las actividades de la competencia directa, imposibilitando sus planes y causando temor entre sus clientes.
Es probable que muchos delitos a sitios online de empresas conocidas, sean cometidos por personas que poseen habilidades para el manejo de sistemas informáticos, que le facilitan el acceso a información de carácter sensible. En algunos casos, la motivación a cometer un delito informático no es económica, sino que se relaciona con el deseo de hacer conocer a otros las habilidades del delincuente en ese campo.
La teoría, de que China se viene preparando para una gran batalla comercial es cada vez más extendida, según expertos del mercado, por lo cual está reuniendo grandes recursos, no solo a nivel financiero sino en los campos tecnológicos y humanos, para lo que se considera será la nueva guerra del espionaje virtual en los próximos años.
Que el gigante asiático busca penetrar los sistemas informáticos de grandes multinacionales es algo de lo que hace rato se viene hablando, pero no son los únicos. Empresas de otros países, especialmente de tecnología, se han visto envueltas en demandas por violaciones de patentes.
Recientemente Google acusó a la finlandesa Nokia y a Microsoft de conspirar, para usar sus patentes contra rivales de la industria de dispositivos móviles, por lo cual presentó una queja formal ante la Comisión Europea.
En abril de 2011 Nokia demandó, ante la Comisión Internacional de Comercio de Estados Unidos a la compañía americana Apple, por violar varias patentes de forma reiterada y constante sobre “prácticamente todos sus móviles, reproductores de música y tabletas”.
Es conocido por todos que Nokia es una de las compañías que más invierte en innovación y desarrollo del mundo. En las dos últimas décadas ha destinado cerca de 43.000 millones de euros y ha construido una de las carteras de derechos de patentes más potentes. Por ello, es fácil que cuando una empresa tan vigorosa como Apple lance al mercado nuevos productos, alguna de sus características tenga una correlación con las registradas por la marca finlandesa.
Las denuncias van y vienen por todo el mundo, proceden de diferentes lugares y no de regiones determinadas. La modalidad invasiva online representa un problema internacional que ha revivido el espionaje de la guerra fría, pero bajo la modalidad virtual.